martes, 16 de agosto de 2011

Junto al jardín de la noche me compuse...

Junto al jardín de la noche me compuse un silencio derramado
Un silencio tardío y siniestro
que seguía las sombras nauseabundas
del amor que me rodeaba sin tocarme.

A tientas buscaba las colillas enteras de un cigarrillo sin fumar
las buscaba para asquearme, para hacerme daño,
lamentando la partida de un reconocible brillo nocturno
de la luna bella rozando mi alma soñadora.

Sincronizadas elegías que me obligaban a estar quieta,
estática en un punto sin punto, suspendida en el infinito de nada
haciendo conjuntos de cosas discriminadas que no tenían nombre.

Que noches más temibles en las que miento sin sentir,
cuando no sé que la culpa pictorica de mi optimista miedo
me aturde mientras lo hace.

"Miedo al miedo, usted tiene que ser un kamikase" repetía en vano
compartiendome su valentía mientras yo pensaba que la felicidad
lo sería -es- todo.

Por eso esta elegía es una mentira, y esta pintura una ilusión,
una ilusión con el color del humo purpura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario